A mediados del siglo XIX, el ROMANTICISMO deja paso a un nuevo movimiento filosófico, cultural y artístico que ocupará lo que queda de siglo: el Realismo. Europa atraviesa una época caracterizada por los adelantos científicos y por los cambios y conflictos que algunos de ellos generan en los individuos y la sociedad. Los escritores intentarán describir esa realidad; de ahí el nombre que recibe esta corriente literaria.
De ese deseo de trasladar la realidad a los lectores lo más fielmente posible, derivan las principales características de la literatura realista:
  La sustitución de los temas intimistas, legendarios y fantásticos típicos del movimiento anterior (Romanticismo) por la descripción del mundo real y exterior: lo actual, lo cotidiano, lo fácilmente observable. De ahí el auge que experimenta la novela, el género literario más apto para reproducir la realidad.
   El intento de abarcar toda la realidad, tanto los ambientes familiares y sociales en que se mueven los personajes, como sus conflictos anímicos. Esto explica la minuciosidad con que se nos describe su pasado, el entorno en que se mueven, su evolución psicológica y sus ideas políticas, religiosas o morales. La literatura girará, pues, en torno a dos grandes ejes: lo social y lo psicológico.
      La tendencia a la omnisciencia del narrador. Para poder ofrecernos lo que piensan y sienten sus personajes, sus secretos más escondidos, sus deseos más ocultos, el narrador ha de convertirse en un ser omnisciente y omnipresente, cualidades que comparte con el lector, quien con frecuencia sabe de los personajes más que ellos mismos.
  El afán de objetividad del escritor, quien, para hacernos creíbles sus historias, intenta ocultarse evitando el punto de vista personal, tan propio del gusto romántico. Ello no impide tomar partido ante los graves problemas de su tiempo tales como los desequilibrios económicos, el paro, los conflictos sociales o la intolerancia religiosa entre otros.
Autores:

FEDERICO GAMBOA  nació en la ciudad de México el 22 de diciembre de 1864. En 1880 se traslada con su padre a Nueva York, donde vivió unos meses. El contacto con la realidad norteamericana dejaría huellas en el futuro escritor. En Nueva York se convierte en un defensor patriótico de México.
La producción literaria de Federico Gamboa incluye los títulos Del Natural; a ésta le seguirían Suprema ley, Metamorfosis, Santa, Apariencias, Reconquista, La llaga, y un libro de memorias: Impresiones y recuerdos. La crítica coincide en que su obra más imperecedera lo ha sido Santa, la novela que nos ocupa.
Jose López Portillo y Rojas.
   López Portillo escribió mucho: relatos de viaje, poemas de juventud, escenas dramáticas, estudios jurídicos y económicos, ensayos y artículos históricos, crítica literaria, periodismo, prólogos y alguna traducción, pero debe su prestigio literario a las obras narrativas. Los primeros cuentos que escribió son de la época de La República Literaria y los últimos de 1918.   En sus últimas narraciones había adoptado ya "un templado naturalismo", que condenaba al principio de su carrera.
   La última obra publicada por López Portillo fue una valoración histórica: Elevación y caída de Porfirio Díaz.
Manuel González Zeledón (Magón) (San José Costa Rica, 24 de diciembre de 1864 – San José, Costa Rica, 29 de mayo de 1936), escritor costarricense, promotor de la cultura y literatura del país.
Pese a que nunca publicó una gran cantidad de obras, se le reconoce por trabajos que aportan a conocer un poco la vida y personalidad de un pueblo costarricense.
Magón cuenta historias en las que personifica muy bien al tico, como lo es El Clis de Sol, en el que el protagonista es fácilmente engañado por un europeo. Esto es un reflejo de la inocencia y la "falta de malicia", característica que tuvo el pueblo costarricense campesino.

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